Los artistas sean unidos, que esa es la ley primera…
Más de 60 artistas se unieron a pocos días de haber empezado la cuarentena ante una convocatoria de la Sala Caras y Caretas que, atentos a la ausencia de escenario, llamó a varios maestros de teatro para escuchar sus perspectivas sobre el peor de los obstáculos que tuvo alguna vez el teatro contemporáneo.
Ricardo Bartís fue el primero, tuvo una respuesta inmediata y fue con una poesía.
Este fue el disparador, un minuto veinte segundos de Osvaldo Lamborghini.
Fue así que llegó la expansión. En el confinamiento un mensaje oportuno y contundente en algo más de un minuto resultaba inspirador para lo que comenzaba a suceder en los principios de esta peste y ese «obsequio» se hizo viral.
Desde esa premisa, Salas Caras y Caretas invitó a 60 artistas a la lectura de poesía, eso generó un puente en el aislamiento que causó entusiasmo y agradecimiento.
Hermosas selecciones, hermosas elecciones.
Y como yapa, Caras y Caretas abre ahora su invitación a la comunidad toda para sumarse y participar con las propias selecciones de poemas breves, en un formato que juega un poco a ser pequeñas pastillas sanadoras, en medio de tanto mal.